El alemán Luis Stitzinger escala el Nanga Parbat, la novena montaña más alta del mundo ubicada en la Cordillera del Himalaya, en Pakistán para luego descenderlo sobre esquies por su vertiente Diamir, en un vertiginoso descenso de 4.000 metros hasta el Valle del Indus.
Los esquiadores extremos están viviendo una temporada desafortunada en el Karakorum. El francés Jean Noel Urban desaparecía en el Gasherbrum I cuando se precipitaba por una profunda grieta y posteriormente el North Face Ski & Snowboard GII Expedition se veía obligado a abortar sus planes.
La temporada ha sido infausta por igual en el Nanga Parbat, donde fallecía el alpinista italiano Karl Unterkircher y sus dos compañeros, Simon Kehrer y Walter Nones precisaban de ayuda aérea para salir de la montaña. Sin embargo, Luis Stitzinger ha logrado esquivar los fantasmas de este 2008, completando una excelente aventura al ascender, como guía, el Nanga Parbat, la Montaña del Diablo, por la vía Kinshofer para después descender sobre esquís toda! la vertiente Diamir. Stitzinger lo hizo en poco más de 24 horas.
Antes de su descenso con esquís, el alemán, acompañado por Joe Lunger, intentaba completar la primera travesía de los 10 kilómetros de la arista Mazeno hasta la cima del Nanga Parbat (8125 m).
Esta arista contiene una docena de puntos de elevación que superan los 7.000 metros, incluyendo 8 cimas individuales, un itinerario harto comprometido y de primer nivel alpino que Doug Scout, Jean Troillet y Woiteck Kurtyka, tres de las figuras de su generación, acometían sin éxito. En 2004, los americanos Doug Chabot y Steve Swenson, se quedaban más cerca al acceder al corredor de Mazeno, a solo un día de la cumbre. Su retirada se hizo por la vía Schell, en la vertiente Rupal, y la línea que dejaron alcanzaba dificultades de VI, M4 y AI3.
El 2 de julio de 2008, Luis y Joe dejaban su tienda del campo base bajo la Diamir y cruzaban el Karó Pass hasta el valle de Loiba, poniendo como rumbo la Mazeno, alcanzando sin sobresaltos la arista principal, tres cimas antes de lo que lo hicieron Chabot y Swenson, con lo que añadían unos kilómetros a la ruta.
La extrema dificultad y la llegada del mal tiempo, nieve profunda y arriesgada, hicieron un calvario la actividad. Habiendo escalado varias cumbres por encima de los 7.000 metros, incluyendo la segunda absoluta del Mazeno (7.145), Luis y Joe se veían forzados a la retirada, descendiendo por la ruta que Messner superó en solitario, su única vía de escape posible desde donde se encontraban.
Fue entonces, tras la decepción, cuando Luis Stitzinger decidió que su esfuerzo merecía más y aportó unas líneas a la historia del esquí extremo con el impresionante descenso de la Diamir.
Fuente: Desnivel.com
Fotos: Barrabes.com