El explorador Ranulph Fiennes inicia su aventura a la Antártida

El británico Ranulph Fiennes considerado el mayor explorador vivo del planeta
El explorador Ranulph Fiennes inicia su aventura invernal a la Antártida

La aventura está marcha, pero la adrenalina todavía espera el momento de entrar en acción. El británico Ranulph Fiennes considerado el mayor explorador vivo del planeta por el libro Guinness? ya está a bordo del rompehielos que lo depositará en el hemisferio sur. Su próxima parada será la Antártida donde, sí, lo espera el comienzo de una gran aventura: intentará cruzar a pie el continente blanco, por primera vez en la historia durante el invierno, exponiéndose a las mayores hostilidades del clima polar.

La travesía, en la que Fiennes estará acompañado por otros cinco expedicionarios, durará seis meses. Deberán recorrer 4.000 kilómetros de terreno inhóspito, en una oscuridad casi completa, y soportar temperaturas de 90 grados bajo cero. Este es el mayor desafío de mi vida. Vamos a forzar los límites de la resistencia humana, escribió Fiennes en su página web. El británico es un verdadero prócer de los récords extremos: es la primera persona que ha logrado llegar al polo norte y al polo sur por medios terrestres, y también el primer expedicionario en cruzar la Antártida a pie (ver Un explorador…).

La expedición que ahora lidera, bautizada como El viaje más frío, se inició formalmente días atrás en Inglaterra, con un recorrido por el río Támesis a bordo del buque rompehielos sudafricano SA Agulhas. Tras pasar por debajo del emblemático Puente de Londres, apuntó su proa hacia la Antártida.

Durante su etapa en alta mar, Fiennes y sus compañeros de viaje recopilarán datos oceanográficos y meteorológicos con los que contribuirán con varias investigaciones científicas sobre el cambio climático en el polo y las alteraciones en la capa de hielo. En el blog de la expedición, que se actualiza casi todos los días, comentan el avance de la aventura, y también se dejan un espacio para enviar saludos, difundir detalles curiosos y hasta explicar sus propias teorías sobre, por ejemplo, si es cierto que cambia el sentido en que gira el agua cuando se cruza el Ecuador.

El 21 de marzo, fecha en la que se inicia el invierno austral, los exploradores comenzarán su recorrido a pie desde la base rusa Novolazareskaya hasta el Mar de Ross. Fiennes comenzó a planificar esta aventura hace veinticinco años, pero la había descartado porque en aquella época los medios técnicos aún no la hacían posible.

Ahora llevará un complejo equipamiento en total, pesa unas 200 toneladas que incluye catorce trineos cargados de combustible y otros tres de última generación y mayor tamaño. Dos de ellos funcionarán como viviendas y despensa, mientras que el tercero servirá como laboratorio científico. La expedición contará con un radar especial para detectar la presencia de grietas en el terreno y optar por alguna ruta alternativa.

Fiennes y su equipo han planificado todas las provisiones al detalle y viajan con suficientes alimentos como para sobrevivir un año en la Antártida, el doble de tiempo de lo que esperan que dure su travesía. Su dieta durante estos meses se basará principalmente en fruta deshidratada, suplementos nutricionales para deportistas y algunos platos precocinados como lasaña.

El intenso frío, con temperaturas de hasta 90 grados centígrados bajo cero, supone un riesgo para la supervivencia de los expedicionarios y el funcionamiento de sus vehículos, ya que puede ocasionar daños irreparables en los pulmones y también, problemas con el combustible.

Además, el invierno austral les impondrá una nueva dificultad: será imposible que Fiennes y su equipo sean rescatados en caso de correr peligro durante su recorrido por el continente blanco.

Con esta travesía, el explorador británico espera cumplir con el objetivo benéfico de recaudar 10 millones de dólares en donaciones que serán entregados a la organización benéfica Seeing is Believing (Ver es Creer), para el desarrollo de proyectos para la prevención de la ceguera a nivel mundial. Y de paso, claro, sumar un nuevo hito a su colección de récords para demostrar (otra vez) que las aventuras son imposibles hasta que alguien se atreve a intentarlas.

Fuente: clarín.com

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