Ancianidad Extrema

Un alemán de 81 años recorre el mundo haciendo bungee jumping mientras en el Círculo Rosarino de Atletas Veteranos, con deportistas que tienen hasta 90 años, se prepara para una próxima competencia de saltos.
Helmut Wirz tiene 81 años y prefiere saltar desde puentes, grúas o torres de hasta 80 metros de alto «por el mero placer de volar». Cuando su país le queda chico de aventuras busca por Internet aquellos lugares en el mundo que le ofrezcan nuevos y mayores desafíos. Su historia con el bungee jumping comenzó hace casi 10 años, cuando se jubiló y tuvo que dejar de lado su histórica pasión, el vuelo de avioneta, y vendió su Cessna porque se hacía imposible mantenerla. Pero como renunciar a volar no estaba en sus planes, el hombre buscó alternativas: después de cuatro saltos en paracaídas, llegó a sus manos un folleto de Queenstown, Nueva Zelanda, justo mientras él estaba planeando un viaje por el mundo.

Queenstown es conocida como «el paraíso de los deportes extremos». Dos meses después, el anciano estaba subido al borde de un puente de 43 metros de alto. Después de tirarse, declaró: «Antes del salto me sentí normal. En todos estos años de vuelo, nunca llegué a saber lo que es el vértigo. Pero la sensación de caída libre y la impresión de libertad total me hacen feliz». «Hasta el año pasado, los hombres empezábamos a ser veteranos a los 40, pero ahora se bajó la edad a los 35. De todas formas, en el Círculo tenemos atletas de 70 para arriba» comenta Luis Gramaccioni, presidente del Círculo Rosarino de Atletas Veteranos.

Fuente: clarin.com

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